Transitar por las arterias principales de Santa teresita se vuelve, en especial por la tarde-noche una tarea complicada. Nosotros que estamos acostumbrados durante el año a un tráfico fluido y sin congestiones se transforma bestialmente durante el verano.

Mi posición respecto a esto es que es mejor tener las calles llenas que vacias. Lo único que tal vez no disfruto es cuando tocan la vocina. Eso sí me parece algo completamente innecesario. Por lo demás, las distancias tampoco son tan grandes y aunque se pierda más tiempo en los tramos, tampoco llegar unos minutos más tarde se vuelva una cuestión de vida o muerte.